8 errores que debes evitar al escribir


Antes o después nos veremos en la necesidad de poner por escrito alguna información. Una carta, un examen, una reclamación... Quienes están habituados a ello lo harán eficazmente, seguro, pero no son la mayoría. Son dos cosas las que entran en juego al escribir y no sé cuál es más importante: por un lado, dejar claro lo que tenemos que decir; por otro, causar buena impresión. Tras un texto escrito no hay derecho a réplica, no hay aclaración posterior posible, no hay vuelta atrás. Y a hablar aprendemos solos, pero a escribir no, por lo que es fácil cultivar defectos más o menos gruesos que, de saberlo, hubiéramos querido evitar. Aquí enumeramos algunos bastante frecuentes y que afean lo que debería ser sencillo, natural y correcto: tu texto.

1) No hagas frases del tamaño de párrafos.
Hay una nociva tendencia a pensar que escribir en un estilo formal es ganar un concurso a ver quién hace la frase más larga. El punto y seguido es una herramienta fundamental para que el lector te acompañe cómodamente en la lectura de tu texto. No tengas miedo a las frases breves. Ni muy breves. Si vienen bien, úsalas. Los mejores lo hacen.

2) No hagas párrafos del tamaño de una frase.
Tendencia estrechamente unida a la anterior. Cuando por fin nos llega la evidencia de que conviene cerrar la frase con un punto, no nos lo pensamos: punto y aparte. ¿Por qué? Para abrir un nuevo párrafo hay que tener una razón poderosa, debe ser obvio que introducimos un aspecto nuevo, que hay un salto en la información. Abusar del número de párrafos en un texto es dar una idea pobre de nuestra capacidad de estructurar. Escribir párrafos de una sola frase, si no está prohibido, debería estarlo.

3) No me digas lo que ya sé.
El arte de escribir bien es el arte de caminar por una delgada franja. La que hay entre decir lo suficiente para que se nos entienda y no decir lo que el lector ya sabe. El lector, aunque no lo creas, es inteligente. Es capaz de deducir mucho y se aburre cuando lo tomas por tonto y le repites y le aclaras lo que ya sabe. Omite lo omisible y usa los pronombres. Ahorra los “ya que”, los “por lo tanto”, que son muy obvios, los superlativos que agotan ("Hay gente que" dice lo mismo que "hay mucha gente que", pero cansa menos), los adjetivos o los adverbios que no dicen nada. Lo que puedas decir en dos palabras no lo digas en tres.

4) No me lo pongas difícil.
Aunque pueda parecer contradictorio con el error anterior, el lector prefiere leer un texto a un telegrama. Prefiere que le faciliten la lectura a tener que interpretar un esquema. Igual que en un muro no todo son ladrillos, en un texto no todo son sustantivos y verbos. Al lector hay que suministrarle la información con conjunciones, conectores, expresiones ilativas que unan unos párrafos con otros, unas ideas con otras, que guíen la lectura. No se trata de hablar por hablar, ojo. Nada de palabrería, sino de dar fluidez y cohesión a tu texto.

5) No digas lo que no entiendes.
Un vocabulario pobre, vago o repetitivo causa mala impresión, pero mucho peor es usar las palabras de modo incorrecto. Jamás utilices una expresión de cuyo significado no estés seguro, te estás jugando hacer el mayor de los ridículos.

6) No me seas vulgar.
Un vulgarismo es una expresión que se desvía de la norma estándar y que tiene poco prestigio entre los que se supone que hablan bien. Quien los practica no habla peor ni es más tonto, pero se le juzgará así. Injustamente, lo que quieras, pero así es la vida. Vulgarismos frecuentes en textos escritos son el laísmo, el dequeísmo, el gerundio de posterioridad ("Presentó los presupuestos recibiendo numerosas críticas"), oraciones con verbo en infinitivo ("Por último, decir que..."), utilizar "el mismo" como pronombre ("El anuncio incluía una foto del coche con las características del mismo"), etc.

7) No confundas puntos y comas.
En un texto bien escrito, la puntuación es transparente, el lector ni la nota. Encaja perfectamente en las pausas y modulaciones de voz que el lector espera. Y estamos acostumbrados a leer textos bien escritos, por lo que creemos que la puntuación es algo natural y automático, que cae del cielo. Pero no. Exige conocimiento y atención. Un texto mal puntuado no solo causa una pésima impresión, sino que a menudo no se entiende y es abandonado. Lo más importante es saber distinguir bien entre punto y la coma. Hay muchas reglas, pero con una basta: Lee tu texto fijándote en la entonación. Si llegas a una pausa y el tono de tu voz se eleva, ahí va una coma. Si el tono baja, un punto.

8) No seas vago.
Nadie, ni Gabriel García Márquez puede permitirse entregar un texto sin antes revisarlo. Da igual si es un artículo para un periódico, un examen o un wasap: revisa. Y no se trata de leerlo otra vez y ya está, sino de leerlo con ojos críticos, poniéndote en el lugar del lector. Él solo dispone de tu texto para saber lo que quieres decir. Hay varios tipos de errores. De menor a mayor importancia son: a) tipográficos: errores al escribir en el teclado; b) ortográficos: hablarán muy mal de ti, pero no suelen ser un problema para la comprensión del texto; c) de puntuación: agotan e irritan al lector al exigirle puntuar él mismo a la vez que lee: d) de expresión: repeticiones, incoherencias, cambios de sujeto, ausencia de un verbo conjugado, vulgarismos... El lector te maldice y abandona, seguro.

Todo esto puede parecer banal a quien ya escribe bien. Es más, para escribir muy bien hay que saber despreciar estas y otras pautas y ser libre y dueño de un estilo. Pero al menos, si violas una norma, que sea porque la conoces. En realidad, la única norma válida es que al escribir, debes ser consciente del impacto que causas en el lector. Si tú gobiernas, si tú dominas, lo demás no importa.


©Juan Torralba
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Luces de bohemia



Valoración crítica de “Luces de bohemia”

“Luces de bohemia”, escrita por Ramón María del Valle-Inclán, fue publicada en el año1920 y marca el comienzo del teatro llamado del Esperpento, desarrollado por el autor. Esta primera etapa del siglo XX, que abarca del año 1900-1939, se encuentra marcada por la dictadura de Primo de Rivera y las huelgas por el auge del movimiento obrero
La obra pertenece al Esperpento, forma teatral creada por Valle que busca deformar la realidad para expresarla de una manera más eficaz, más cruda y a la vez más artística. Se nota la influencia de las vanguardias y el expresionismo y muestra la vida literaria en Madrid. El protagonista, un ciego llamado Max Estrella, sale por la tarde de su casa con Don Latino, su amigo, para reclamar que le paguen más por la novela que ha vendido su amigo. No logran conseguir más dinero y terminan en una taberna emborrachándose. Más tarde, la policía lo encuentra por la calle alborotando con un grupo de jóvenes modernistas, por lo que es conducido a la cárcel, donde pasa la noche. Consigue salir de la cárcel gracias a la intervención de un redactor del periódico “El Popular”. Al salir, va a ver al Ministro de Gobernación con el fin de pedirle satisfacción por lo que le ha ocurrido. De ahí marcha a un café, donde invita a cenar a Don Latino y a Rubén Darío. Luego, camino de su casa, tiene una visión de la muerte y a la mañana siguiente lo encuentran muerto unas vecinas. El esperpento concluye con el entierro de Max.
Los personajes principales son Max Estrella y Don Latino. Max es un poeta que se ha quedado ciego, pero también es el único que comprende la realidad, (que es bastante trágica). Lo podemos ver, por ejemplo, cuando comprende el dolor de la madre que pierde a su hijo. Don Latino es un amigo de Max. Se aprovecha de su generosidad y es un personaje ruin que vive el día. Los personajes secundarios podemos dividirlos en dos grupos: Los caricaturizados, aquellos que son criticados por Valle-Inclán, como los ministros, el dueño de la librería o el propio Don Latino; y los realistas, los que son puestos en escena tal y como son, con un tono trágico, como por ejemplo la madre que pierde a su hijo.
La obra está estructurada en trece escenas, lo cual difiere de lo habitual de la época. Destaca, por un lado, la enorme variedad de lugares (parque, cárcel, librería, bar…)  y por otro, el tiempo concentrado, ya que la obra se desarrolla en un margen breve, entre las 21:00 y las 7:00 del día siguiente).
El lenguaje es brillante, incluidas las acotaciones. Tiene un léxico difícil y en ocasiones inventado; mezcla el lenguaje vulgar y el culto en un mismo personaje.
Lo que más me ha llamado la atención ha sido, precisamente, el lenguaje (de difícil comprensión) variado porque aparecen personajes cultos y vulgares en la misma obra, y es poco realista. También me ha sorprendido el personaje de Max Estrella, que representa la generosidad y comprensión del dolor ajeno (por ejemplo en la situación de la muerte del niño). También me sorprende cómo Valle presenta la denuncia social, como el trato que recibe Max por parte de la policía cuando está en la cárcel. Por último, otro aspecto que me ha llamado la atención ha sido la existencia de 13 escenas (lo habitual, en su tiempo, eran tres actos), lo cual supone un avance vanguardista y a la vez complica mucho el montaje de la obra.



Biomasa: Comentario de texto expositivo



Ventajas y desventajas de la biomasa

Hay otras fuentes de energía renovable además de la eólica y la solar. Una de las más antiguas es la producción de energía a través de la biomasa. Cuando se descubrió el fuego se comenzó, casi a la par, a utilizar la biomasa como fuente de energía: un tronco de árbol se quemaba para calentar a la tribu y asar los alimentos. A partir de ahí, se produjo una evolución: leña, carbón de leña, cascarilla de arroz, restos de poda, desechos orgánicos de animales… El término biomasa se refiere a toda materia orgánica que provenga de árboles, plantas y desechos de animales que pueda ser convertida en energía, incluyendo los desechos de la agricultura, como los residuos de maíz, café, arroz, etc., de un aserradero (podas, ramas, aserrín, cortezas) o de los residuos urbanos (aguas negras, basura orgánica y otros).
La biomasa es una fuente renovable de energía porque, en realidad, se carga con el Sol. A través del proceso de fotosíntesis, las plantas capturan su energía y convierte el dióxido de carbono (CO2) del aire y el agua del suelo en carbohidratos y forman materia orgánica. Esta materia orgánica es la que se quema para liberar la energía que contiene. Si la producción de energía con biomasa se realiza al mismo nivel o menor que el que se consume se convierte en una fuente de energía sostenible. El aprovechamiento de la biomasa ofrece algunos beneficios ambientales. Puede contribuir a mitigar el cambio climático y el efecto invernadero, reducir la lluvia ácida, prevenir la erosión de los suelos y la contaminación de las fuentes de agua, reducir la presión provocada por la basura urbana, enriquecer el hábitat de la vida silvestre y ayudar a mantener la salud humana y estabilidad de los ecosistemas.
Su mayor problema, por otro lado, es su baja densidad relativa de energía, es decir, que se requieren mayores volúmenes para producir cierta potencia energética en comparación con, por ejemplo, los combustibles fósiles. Por tanto, el transporte y manejo se encarecen y se reduce la producción neta de energía. Par solucionar este problema hay que situar el proceso de conversión cerca de las fuentes de producción de biomasa.
David Sanz (energiasrenovadas.com)


1)  Haga un comentario de texto del fragmento que se propone contestando a las preguntas siguientes: 

a) Enuncie el tema (0,5 ptos.);
Este texto trata sobre la biomasa como fuente de energía renovable.

b) Detalle las características lingüísticas y estilísticas del texto (1,25 ptos);
Son muchas las formas de enfocar un comentario de un texto. Aquí se van a analizar sus características lingüísticas en relación con tres rasgos propios del tipo de texto que es, el expositivo: la objetividad, la claridad y la precisión.
Dado que la función del lenguaje principal es la referencial, ya que el autor pretende proporcionar una información, el texto va a ser, al menos aparentemente, objetivo. En consecuencia, encontramos únicamente terceras personas ("es", "forman", "puede") y es exclusiva la modalidad oracional enunciativa. Además, abundan las expresiones impersonales o de pasiva refleja ("Hay", "se descubrió", "se refiere a"), los adjetivos relacionales, es decir, no valorativos ("eólica", "solar", "orgánica") y en general un léxico neutro, denotativo ("biomasa", "cortezas", "ramas").
Por otro lado, al emisor le interesa que la información llegue lo más nítida posible, por lo que va a hacer un esfuerzo por ser claro. A ese fin contribuye en primer lugar la fuerte cohesión del texto. Cohesión léxica, con repeticiones (hasta seis veces aparece el término "biomasa"), hiperónimos ("fuentes de energía"), hipónimos ("leña", "carbón"), términos el mismo campo semántico ("eólica", "solar", "combustibles fósiles"), pronombres ("su mayor problema", ), etc; y cohesión sintáctica, ya que el texto está lleno de marcadores del discurso ("A partir de ahí", "además", "por otro lado", "por tanto", etc.). También hace más claro el texto su marcada estructura externa, pues a cada párrafo le corresponde una unidad temática: el primero define el término, el segundo explica las ventajas de ser renovable y el último aclara alguna desventaja. Y también la presencia de definiciones ("toda materia orgánica..."), enumeraciones de ejemplos ("podas, ramas, aserrín..."), aclaraciones ("es decir, que se requieren...").
Por último, no hay que olvidar que este tipo de texto suele exigir altos niveles de precisión. Aunque este tenga un carácter eminentemente divulgativo, hay que señalar la presencia de expresiones formalizadas ("CO2") y sobre todo los abundantes tecnicismos como "fotosíntesis", "carbohidratos" o el mismo "biomasa".

c) Indique qué tipo de texto es (0,25 ptos.)
Por los características lingüísticas señaladas se trata de un texto expositivo de carácter científico-técnico.

2) Resuma el contenido del texto.
El presente texto explica el concepto de biomasa. Consiste en la materia orgánica extraída principalmente de las plantas útil para producir energía a partir de su combustión. Se trata de una energía renovable, siempre que se consuma en cantidad menor o igual a la que se genera por la fotosíntesis de la luz solar. Aunque tenga menor poder calorífico que las energías fósiles, posee indudables ventajas medioambientales.

El sí de las niñas



5b) Comente los aspectos más relevantes de la obra del siglo XVIII que haya leído en relación con su contexto histórico y literario. (1 p.)
La obra del siglo XVIII que he escogido es “El sí de las niñas”, de Leandro Fernández Moratín. Fue estrenada en 1805, pero se incluye aquí al ser uno de los mejores ejemplos del arte neoclásico, movimiento característico de ese siglo. Es un momento difícil en nuestra historia, ya que los excesos de la Revolución Francesa habían extendido el miedo por todas las cortes de Europa y la nuestra no era una excepción. Estamos en el final del Antiguo Régimen y también del reinado de Carlos IV, que abdicará en su hijo Fernando VII, lo que dará lugar a uno de los periodos más tristes de la historia española. Pero nada de todo esto se aprecia en la obra, que al ser una comedia de costumbres va a tratar de problemas más domésticos y propios de la intrahistoria, de la Historia de los ciudadanos. Moratín quiere criticar con ella un problema serio en las costumbres sociales de esa época: los matrimonios concertados, los matrimonios celebrados por interesas económicos. Un tema que le interesó mucho, pues a él le dedicó cuatro de sus cinco comedias.
Desde el punto de vista literario, “El sí de las niñas” es considerado como el modelo perfecto de obra neoclásica. Efectivamente, posee todos sus rasgos. En primer lugar, el didactismo. Moratín no solo pretende entretener al público, sino censurar un hábito social que él consideraba dañino. Lo hace observando las normas de la poética neoclásica: es una comedia en prosa, con un lenguaje verosímil, llano y respetando las reglas de las unidades teatrales de acción, tiempo y espacio. Pone mucha atención en el decoro: cada personaje se comporta, habla y viste como corresponde a su edad, sexo o condición social. Don Diego, el hombre mayor con quien quieren casar a la chica, es prudente y al final magnánimo. Su sobrino está fogosamente enamorado, pero es respetuoso con su tío. Paquita prefiere casarse con quien ama, pero no se atreve a llevar la contraria a su madre directamente.
Se puede decir que es una obra tardía, pues aparece cuando ya se dejaba sentir la influencia del movimiento que cambiaría la forma de entender el arte: el Romanticismo. Sin embargo, no es arriesgado pensar en la importante influencia que esta obra ejerció. La naturalidad, la verosimilitud y los asuntos cotidianos son rasgos de la comedia naturalista y en general de la narrativa contemporánea.

Ejemplo de comentario de texto: una columna de opinión



Ánimo

Según la encuesta que sacó EL PAÍS el domingo, el 86% de los españoles tenemos en nuestra familia o círculo de amigos más cercanos a alguien en el paro. A veces, en los días peores, como hoy, me invade una sensación apocalíptica y me parece que esta crisis es una pandemia, una de esas pestes arrasadoras que cada vez van infestando a más personas, hasta alcanzarnos a todos y rebanarnos las piernas y el corazón.
Llevo tiempo pensando en escribir un artículo alegre que no mencione ni una sola vez la palabra crisis, pero ¿cómo hacerlo cuando esa crisis se agolpa alrededor? ¿Y cuando acaban de morir, abandonadas como perros, una madre y su hija discapacitada? ¿O cuando apenas han pasado cinco días desde que Amaya Egaña, la ex concejala socialista vasca, se tirara por la ventana al ser desahuciada? Lo cual, por cierto, me parece que fue un acto político. Abrió con el portero automático a los funcionarios del juzgado y se arrojó al vacío: no sólo había desesperación, sino también la determinación de hacer un alegato. Y ha servido para algo. La inmolación de Amaya, el enorme dolor social, la rebelión ética de los jueces y la condena de Europa están empezando a poner coto al horrible abuso de los desahucios. Pero esta batalla no ha hecho más que empezar: no sólo hay que seguir exigiendo que nadie más pierda su casa, sino que hay que hacer algo con las 400.000 familias que ya la han perdido y que, en muchos casos, siguen esclavizadas a sus bancos con deudas de por vida.
En fin, ni siquiera la Gran Peste de 1348, la más devastadora de la historia, acabó con los humanos. Somos bichos tenaces. No hay que resignarse: sigamos reclamando lo que es justo aunque sea con los corazones remendados y patas de palo. Ni un desalojo más. Saldremos adelante.
Rosa Montero
El País, 13 /11/2012

1) Haga un comentario del texto que se propone contestando a las preguntas siguientes:

a) Enuncie el tema (0,5 ptos.):
El tema de este texto es el problema de los desahucios en España causados por la crisis.

b) detalle las características lingüísticas y estilísticas del texto (1,25 ptos);
Son varias las formas de abordar un comentario de texto. Aquí se va a hacer atendiendo a las funciones del lenguaje, teniendo en cuenta el tipo de texto que analizamos. Al ser un texto argumentativo, la función que sobresale es la expresiva. Efectivamente, la autora defiende una tesis y lo hace mostrando muchos rasgos de subjetividad. En primer lugar, el uso de primeras personas (“Llevo tiempo pensando”, “me invade”, “sigamos reclamando”) y además con verbos de opinión (“me parece”). Relacionado con esta función también hay que señalar el léxico modalizado o valorativo, sobre todo adjetivos (“sensación apocalíptica”, “peste arrasadora”, “horrible abuso”), pero también sustantivos (“pandemia”, “inmolación”) y verbos (“agolpa”, “infestando”). Tampoco son neutras las abundantes preguntas retóricas (“¿Cómo hacerlo cuando esa crisis se agolpa alrededor?”).
Por otro lado, el texto está conectado a la actualidad y apoyado en algunos datos objetivos. Aparecen cifras precisas (“86%”, “400.000 familias”), nombres propios (“Amaya Egaña”, “El País”), fechas (“1348”), la secuencia narrativa del suicidio de la ex concejal… Todos ellos son rasgos lingüísticos propios de la función referencial.
Se detecta la presencia de la función apelativa en la intención de la autora de, por un lado, animar a sus conciudadanos a encarar la crisis con valentía y con fe, con expresiones exhortativas (“Saldremos adelante”, “No hay que resignarse”) y por otro, de movilizar a la gente para que exija sus derechos, para que se alce ante la injusticia con expresiones imperativas (“Hay que seguir exigiendo”, “sigamos reclamando”, “Ni un desalojo más”).
No podemos pasar por alto los rasgos estilísticos que relacionamos con la función poética. Es un texto publicado en un periódico, por lo que el estilo es formal, pero al alcance del gran público. Consecuentemente con la libertad expresiva que permite el género de la columna de opinión, podemos detectar numerosas figuras retóricas como metáforas (“somos bichas tenaces”, “corazones remendados”, rebanarnos las piernas”), comparaciones (“abandonadas como perros”), enumeraciones (“La inmolación de Amaya, el enorme dolor social, la rebelión ética de los jueces y la condena de Europa”), las propias preguntas retóricas, contrastes (frases larguísimas junto a otras muy breves: “Y ha servido para algo”.
Por último, hay que advertir que es un texto de gran coherencia, vertebrado por el tema de los desahucios, y cohesionado por una estructura nítida y tradicional (tres párrafos que corresponden a la introducción, al desarrollo de la argumentación y a la conclusión) y con algunos conectores que facilitan la comprensión: “Pero”, en el segundo párrafo, “En fin” en el último.


c) Indique qué tipo de texto es (0,25 ptos.)
Por los rasgos lingüísticos analizados podemos afirmar que se trata de un texto argumentativo. Además, por la actualidad del tema, la extensión y la firma del autor, cabe deducir que es una columna de opinión.

2) Redacte un resumen del contenido del texto. (1 p.)
En este texto, el autor expresa su espanto por las dimensiones de la crisis económica. Se centra en una de las consecuencias, a su modo de ver, más dañinas: los desahucios. Relata cómo una ex concejal socialista se suicidó por esa causa y ello ha hecho reaccionar a la sociedad y a los jueces, pero reclama una solución para los 400.000 que ya han tenido lugar. Termina exhortando al lector para que se sume a la oposición a esta práctica.

Ejemplo de texto argumentativo para Selectividad: Una vivienda digna




3) Elabore un texto argumentativo sobre el derecho de las personas a una vivienda digna. (1,5 p.)
Es fácil decir lo que dice nuestra Constitución: todo el mundo tiene derecho a una vivienda digna. Pero, ese mandato, ¿a quién va dirigido? ¿Al parlamento, que es quien redacta las leyes? ¿Al gobierno, que es quien dirige el país? ¿A los bancos, que son los que al final tienen la llave de nuestra felicidad? Yo creo que más bien es un deseo vacío de contenido, una ilusión utópica. En el siglo XXI sabemos llegar a Marte, pero somos incapaces de garantizar a cada ser humano lo imprescindible para su dignidad: educación, salud, trabajo y sí, también una casa.
La historia reciente nos enseña cómo la vivienda no es un derecho, sino una fuente de ingresos desorbitados para unos pocos, bancos, constructores e inmobiliarias, una tentación gigantesca para gobiernos, sobre todo locales, y un motor engañoso de la economía nacional. De paso, la herramienta ideal para destruir paisajes naturales o entornos de valor medioambiental. Durante más de diez años en este país se ha construido a un ritmo insostenible, más que en varios países de Europa juntos. Había dinero para todo, aunque el suelo y el ladrillo estuviera por las nubes. Aunque fueran viviendas para nadie, para revender, para hacer crecer eso que se llamó la burbuja inmobiliaria. Burbuja que pinchó de golpe y que se ha llevado por delante no solo a empresarios avariciosos que invirtieron sin freno, también a personas muy normales que compraron su casa con mucho esfuerzo a un precio imposible, que se han quedado sin trabajo y que ahora se ven desesperados y en la calle.
¿Qué debe hacer el Estado ahora? ¿Lavarse las manos? ¿Decir “mala suerte"? Desde mi punto de vista debería hacer caer el peso de este desastre sobre sus culpables. En primer lugar, los especuladores. Los empresarios que se hayan entrampado, allá ellos. Corrieron su riesgo. En segundo lugar, los bancos. Si dieron créditos de manera irresponsable, ahora no exijan responsabilidad a sus deudores. Estamos ante un caso de emergencia nacional. Nadie puede ser expulsado a la calle por haber perdido su trabajo y no poder pagar una hipoteca razonable. Ni un desalojo, ni un desahucio más. Por eso, porque lo dice la Constitución y porque lo dice el sentido común: todos tenemos derecho a una vivienda digna.